¿Qué clase de oscuros deseos proyectamos en estas pequeñas maquinas? ¿Por qué nos obsesionan y no lo hace un microondas, una aspiradora o un secador de pelo, que también son ingenios creados por el hombre para saciar una necesidad?

No lo sé, solo sé que hace unos siete años me empecé a interesar por este tema, al principio de manera tonta, luego salió la revista R&E que comencé a comprar cada mes. Un año antes yo llevaba un Casio digital de plástico cromado en la muñeca y no me preocupaba lo mas mínimo, es mas, me gustaba. Rolex, Omega, Cartier incluso Longines eran para mi tan solo un puñado de marcas inalcanzables en el firmamento del lujo, cuyos relojes de vez en cuando veía brillar bajo los halógenos del escaparate de alguna joyería.. pero entonces descubrí que estaba equivocado, empecé a leer sobre marcas hasta entonces desconocidas : Blancpain, Breguet, Audemars Piguet, Patek Philippe, Vacheron Constantin, Jaeger le Coultre... Y resulta que Rolex, si, era buena, pero bastante generalista, Omega había tenido tiempos mejores, Cartier era mas un joyero que un relojero y Longines era una simple "marquilla" de gama media. Leía artículos y paginas web que hablaban de antiguos relojeros artesanos encerrados en sus casas en los fríos inviernos de los lejanos siglos XVIII y XIX, me hacían ver al casi divinizado Abraham Louis Breguet trabajando en alguna nueva complicación sobre su banco de relojero de su taller de París. Y las expresiones cotes de Geneve, Tourbillon, rattrapante, Ancora, calibre, etc pasaron a enriquecer mi lenguaje relojero, que hasta entonces no pasaba de la frase "cámbieme la pila".

¡que sacrilegio!, años llevando relojes de cuarzo en la muñeca, ¡ si eso ni siquiera se podían llamar relojes!, simples aparatos para medir el tiempo, sin mecanismos, sin alma. había que volver a la tradición mecánica. Él más preciso reloj de cuarzo, no valía para nada, lo podía llevar cualquier pinche de cocina coreano que desembarcase del último carguero atracado en el puerto. Había que volver a los mecánicos. Por aquel entonces yo ya había leído algo de la crisis del cuarzo, una revolución que prácticamente diezmó la industria relojera Suiza en los 70. Relojes mucho más fiables, económicos, precisos y además más baratos. Los relojes mecánicos estaban acabados, y entonces resurgieron de sus cenizas (de la mano de Swatch, claro, un cuarzo entre los cuarzos).

Bueno, resumiendo, pasó por todas las fases, primero me compre un Rolex falso en un mercadillo, era bonito, aparentaba ser un Submariner, aunque con el bisel del GMT master (pero yo eso no lo sabia entonces), era automático y muy aparente, pero demasiado aparatoso, lo vendí y me compre un datejust todo acero también falso, me gustaba, era muy bonito, pero era falso y yo lo sabía. Terminé vendiéndolo de nuevo no sin antes caer de nuevo en la tentación de las réplicas con un Breitling Navitimer. Después me compre un vintage de marca desconocida, fueron 5000 ptas tiradas, uy, perdón, invertidas en mi nueva afición relojera. El reloj no era feo, el clásico desenterró, y era agradable escuchar su tictac y ver como la aguja se movía sin pausas.. pero aquello no era lo que yo buscaba, tenia que tener una marca. Así cayó mi primer Omega vintage, en una subasta de Internet (¡ ay las subastas online!, compañeras inseparables del comprador compulsivo), digo mi primer Omega porque con el tiempo llegaría a tener hasta 5. Poco a poco lo fui restaurando y gastando mas dinero en él, claro, hasta que de su inicial aspecto sucio, rallado, con el dial quemado y una correa mugrienta, recupero su inicial esplendor que habría lucido los años 50. Debería estar satisfecho, ya tenia un Omega auténtico, mecánico y bonito, pues no. Por aquel entonces la enfermedad ya me había penetrado en la sangre y tenía que tenerlo todo. Por otra parte cuando tenia un reloj bueno no lo disfrutaba, ya que no lo usaba para no deteriorarlo, por lo que al final andaba con un Citizen automático del que tenia una segunda unidad idéntica sin usar en un cajón de casa, para que no me importase cada vez que le diese algún golpe al reloj de uso.

Iré acabando mi rollo, solo resumir que a lo largo de estos años he tenido decenas de relojes y me he gastado mas de lo que podía en ellos. He tenido Omega, Longines, Cartier, Tudor, Eterna, Seiko, Citizen, Orient, Lotus... redondos, cuadrados, deportivos, de vestir... cada uno de ellos tendría una historia que contar, fue la nueva ilusión durante unos breves días antes de terminar olvidado en un cajón y subastado o vendido. Un día caí en la cuenta de que buena parte de aquellos preciosos relojes vintage que tenía, obviamente, habían pertenecido a personas ya fallecidas, y dejando volar mi imaginación llegue a pensar que no era improbable que quizás alguno de aquellos antiguos propietarios hubiese emprendido su último viaje con su viejo reloj en la muñeca.. aquellas reflexiones me dieron bastante mal rollo, por lo que comencé a desprenderme de todos mis vintages (bueno, aún tengo alguno por ahí)

Al final, he llegado a la conclusión de que una vez que uno se engancha nunca esta contento. Gaste lo que gaste siempre habrá otro reloj que le guste o le parezca más maravilloso, y no es la relojería mecánica, ya quisiera yo tener un Rolex Oysterquartz, cuya caja me gusta aún mas que la tradicional Oyster, Además, si somos sinceros todo eso de los relojeros encerrados en su casa en invierno esta muy bien, pero pertenece al pasado. Hoy cualquier marca tiene un cierto grado de mecanización, mayor o menor, pero nadie hace un reloj completamente a mano. Nadie le gana en precisión a un buen cuarzo, y cualquier Casio F91w, por poner lo más cutre del mercado, es unas cuantas veces mas preciso que el mejor afinado de los Patek Calatrava.

Somos victimas de un buen marketing que aporta un valor añadido a ciertas marcas, yo no digo que un Rolex o un Omega no sean mejores que un Seiko o un Citizen, pero quizá no tan superiores como para costar 30 veces más.

Ojalá no hubiera leído tanto sobre relojería, quizás con todo lo que me hubiese ahorrado hoy me podría haber comprado un Rolex Air King o un Omega Constellation y sería feliz teniendo un reloj de buena marca en la muñeca sin saber de extrañas marcas ultra elitistas e inalcanzables... o lo que sería mejor, seguiría llevando mi Casio tan contento en mi ignorancia (y tendría algún dinero mas en mi cuenta).

Lo dicho, ¿Qué tienen los relojes?. ¿Por qué no coleccionamos secadores de pelo?.

moncalo ©

Artículo publicado en el foro de sobrerelojes.com

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